jueves, 5 de mayo de 2011

Saludos a todos perdido de la vida en mi blog,ahora que tengo un nuevo chance vengo a compartir uno que otro trabajo interesante,como siempre trayendo el material y las reseñas de los sitios especializados mas relevantes.Hoy con un poco de power metal algo no muy habitual en los ultimos meses en este blog,sin embargo es un trabajo que bien vale la pena darle una oportunidad de seguro no los defrauda.

Nocturnal Rites - New World Messiah (2004)
Año: 2004
Estilo: Prog-power Metal


Tracklist


"New World Messiah" - 4:08
"Against the World" - 4:19
"Avalon" - 4:20
"Awakening" - 5:28
"Egyptica" - 5:53
"Break Away" - 4:34
"End of Days" - 4:47
"The Flame Will Never Die" - 4:21
"One Nation" - 4:30
"Nightmare" - 4:37

Line-up:

Jonny Lindkvist - Vocals
Nils Norberg - Lead & Rhythm Guitar
Fredrik Mannberg - Guitar
Nils Eriksson - Bass
Owe Lingvall - Drums

Grabado en cinco diferentes estudios de su natal Suecia, Nocturnal Rites regresan al ruedo discográfico con “The 8th Sin” (2007), su octavo trabajo de estudio y el quinto con el fenomenal cantante Jonny Lindqvist desde “Afterlife” (2000), un frontman que ha sabido darle un aire fresco y novedoso a la banda, acercándola a un sonido power metálico mucho más actual, dejando atrás el heavy metal clásico de sus primeros discos y sepultando para siempre sus primigenios inicios en el death metal.

Naturalmente Nocturnal Rites nunca han sido una banda al uso, pues aunque en su música puedan reconocerse una serie de distintas influencias, el combo sueco posee un particular sonido que los identifica y distingue de todo el resto de bandas del género, presentando siempre propuestas que tienen algo nuevo que aportar y evitando auto plagiarse descaradamente. Así pues, este nuevo “The 8th Sin” sigue sonando a Nocturnal Rites en pura esencia, pero al mismo tiempo se agradece que no se hayan limitado a repetir sus exitosos predecesores “New World Messiah” (2004) y “Grand Illusion” (2005), prolongando el proceso evolutivo a largo plazo de la banda, añadiéndole más elementos inéditos en un trabajo que rebosa detalles, arreglos y efectos por todos lados, pero que además engancha a la primera como ha sido habitual en los últimos discos de la banda.

La banda fundada por Fredrik Mannberg (guitarra) y Nils Eriksson (bajo) sigue cultivando un intenso power metal melódico con una vertiente sumamente actualizada, un sonido impecable y una calidad fuera de toda duda, aunque en esta ocasión se hayan ralentizado un poco los tiempos, recrudecido notablemente las guitarras eléctricas e introducido algún que otro efecto más moderno (como la atmósfera electrónica de los teclados…).

El inicial “Call Out To The World” es un corte de muchas variantes, con un potente riff principal que luego da paso a una perfecta combinación entre guitarra y teclados con un evidente gusto melódico. Las líneas vocales ayudan a encajar el tema en dicha descripción con Lindqvist sacando lo mejor de su inconfundible voz, aunque tampoco podía faltar un gran solo de parte de Nils Norberg.

En el potente primer single “Never Again” adquiere un mayor protagonismo el teclista invitado Henrik Kjellberg, pues los sintetizadores se combinan perfectamente con las durísimas guitarras del tándem Norberg/ Mannberg en un corte que incluso puede recordar ligeramente a In Flames. Excelente el estribillo principal y un gran trabajo también del batería Owe Lingwall.“Not The Only” es un tema mucho más reposado y con bastantes arreglos orquestales a lo Kamelot, con otro excelente y desgarrador estribillo cargado de feeling, y con algún que otro arreglo innovador que se enmarca a la perfección dentro del estilo de la banda escandinava.

Otra excelente canción resulta ser “Tell Me”, un corte a medio camino entre el power metal melódico y el hard rock europeo, recordando de sobremanera a “New World Messiah” y gozando nuevamente de un genial estribillo con voces dobladas y poderoso coros.

El vertiginoso y fastuoso “Not Like You” es innegablemente uno de los cortes más adictivos y con más gancho del álbum, gracias en gran medida a las grandes armonías que desprenden las guitarras y el magistral estribillo. Los guitarristas nuevamente brillan con luz propia, destacando sobretodo Norberg con el gran solo de guitarra que se ubica en medio del corte.

“Leave Me Alone” es otro excelente y embaucador arrebato power metálico, aunque con la furia natural de la banda perfectamente rebajada gracias a los imponentes teclados de Kjellberg; mientras la melancólica “Till I Come Alive” llega en forma de power ballad y pone la pausa justa al disco.

El desgarrador himno power metálico “Strong Enough” pese al marcado efecto de distorsión en la voz de Lindqvist es otro de los fragmentos fundamentales del disco. Nuevamente posee un gran y durísimo trabajo de guitarras, un estribillo excesivamente melódico y una impecable interpretación musical.

El momento más tierno, inspirado, apasionado y sensible de la banda sale a flor de piel con el delicado piano de Kjellberg y la melodiosa voz de un enorme Lindqvist, que incluso cuenta con el acompañamiento vocal de la cantante Carolina Miskovsky en un corte bajo el título de “Me”.

En el orquestal “Pain & Pleasure”, el corte más oscuro y denso del álbum, colabora el vocalista Jens Kidman (Messugah) en un interesante dueto con Lindqvist; antes de cerrar el álbum definitivamente con el outro instrumental “Fools Parade”, donde Norberg hace gala de toda su técnica y calidad interpretativa.

En resumen, Nocturnal Rites acaban de facturar uno de sus mejores trabajos a la fecha, con el que dan un nuevo paso evolutivo en la búsqueda de su reconocimiento masivo y que probablemente les va a costar mucho superar en el futuro...

http://www.metallerium.com/

En 1995, año en el que vio la luz su debut, el power metal de corte europeo no estaba en su mejor momento de forma en cuanto a popularidad se refiere, aunque eso no evitó que salieran fenomenales discos al mercado, como es el caso de este “In a time of blood and fire”; puro euro-power bien ejecutado, sonido correcto y estribillos pegadizos. Sin embargo, su segundo trabajo parece excesivamente forzado. Los estribillos pasan de tener cierta lucidez a ser totalmente ridículos, por no hablar de la voz de Anders Zackrinsson, una de las “lacras” con la que a mi modo de ver tuvieron que cargar NOCTURNAL RITES en sus primeros años, ¿Pero es que soy el único que se da cuenta de que este tío no puede (ni debe) soltar agudos? Sobretodo en el segundo trabajo, quizá estaba bajo los efectos de algún catarro o algo similar porque semejante cantidad de gallos inauditos acaban por mermar la moral incluso del fan más exageradamente afín al power metal.

Con la entrada de Johnny Lindkvist en “Afterlife”, el cuarto trabajo del grupo, NOCTURNAL RITES ganaron en mucho, muy a pesar de que su estilo ya no fuese tan cercano al power metal europeo clásico.

http://www.themetalcircus.com/

La banda sueca Nocturnal Rites ha lanzado el sexto álbum de su carrera, titulado New World Messiah. Una voz fuerte, algo áspera y con personalidad, la de Jonny Lindqvist (ya en su tercer álbum con la banda), un excelente trabajo de la batería y las guitarras rítmicas, y unas más que acertadas aportaciones de teclados y coros llevan trayendo a buen puerto buenos discos de heavy metal desde hace nueve años, sobre todo desde la inclusión de Jonny, y este último no es una excepción.

http://www.vooxi.com/

Nocturnal Rites son sin duda una banda que habla más por la música que entrega que por cualquier tipo de marketing que tenga detrás. Es ese buen trabajo el que ha hecho que ya estemos en presencia del sexto trabajo de estos suecos, quienes de la mano de un heavymetal directo, vuelven a entregarnos un excelente disco.

Claro está, puesto que desde la llegada de Jonny Lindvist a las voces, la banda toma otro cariz, se vuelve más agresiva, manteniendo esos toques melódicos que nos entregaron en placas como The Sacred Talismán o Tales From Mystery and Imagination. Ese poder lo entregan tanto en Afterlife (una verdadera obra de arte), como en el posterior Shadowland. Es por eso que este New World Messiah promete desde un principio.

Y, el comienzo del disco es promisorio, con el tema que da nombre a la placa, New World Messiah, comenzando con algo que ya es marca registrada en la banda, guitarras algo más oscuras y sucias que el común del estilo, pero a la vez muy melódicas, con la ya inconfundible voz de Jonny. Un inicio simple, veloz, donde destaca el trabajo de Owe en la batería, con un coro pegajoso y triunfante. Excelente trabajo de la banda en la sección de solos, con muy buenos cambios de ritmo, algo que es tónica a lo largo del disco. Gran tema para el inicio.

Algo más denso y lento es Against The World, con un riff con un mayor peso, que deja la tarea de lucirse vocalmente a Jonny, que si bien no es de los vocalistas que llegan a tonos tan altos, mantiene un poder vocal a lo largo de los temas, les imprime mucho feeling, si a eso le sumamos que las melodías vocales están muy bien hechas, con un trabajo que realmente destaca, como en el muy bien logrado coro, donde las voces se superponen. Eso es algo a destacar en el trabajo de la banda, ya que pese a cultivar un estilo muy melódico, existen excelentes contrastes con elementos más pesados y densos.

Avalon, es un claro ejemplo de lo que hablábamos antes, la muy buena mezcla entre lo melódico del estilo y el poder que dan las guitarras de Nils y Fredrik y la voz de Lindqvist. En este tema se rescatan elementos melódicos de la primera etapa de Nocturnal Rites, de sus tres primeros discos, con Anders Zakricsson en las voces, algo que no habían hecho en sus dos pasados discos, lo cual es un perfecto complemento para lo que la banda entrega. Una de las cosas que se caracterizan en el disco es la labor del teclado, absolutamente acorde al concepto agresivo que la banda tiene, sin caer en virtuosismos excesivos, propios del powermetal o neo heavy metal de los 90, Matias es capaz de crear atmósferas acordes, de hacer correctos (y muy distorsionados) solos y de ser un excelente acompañamiento, pero con la clara idea de que lo primordial es el peso de las guitarras.

Un excelente quiebre por parte de Owe en la batería dan paso a uno de los grandes temas del disco, Awakening, un ganchero mid tempo, con un inicio galopante y muy buenos cambios de ritmos en las estrofas, para terminar en un coro casi hímnico, con un Jonny desbordante. Muy buen tema.

Con Egyptica, sucede algo extraño, ya que la banda trata de innovar con sonidos arábigos, recursos que ya han sido ocupados por bandas como Kamelot o DreamTheater y el resultado quizás no es lo más reconfortante, el tema se hace un poco denso y lento (es el tema más largo del disco) a pesar de que cuenta con buenos momentos como en la sección de los solos, pero se siente que algo falta, un poco de magia, de feeling.

El sentimiento y los guiños al pasado son patentes en la increíble Break Away, con un inicio muy de la onda Nocturnal Rites del nuevo milenio, con un puente en que las guitarras van haciendo una silenciosa labor como ayuda al cada vez más aflatado Linqvist, quien se luce en un coro hímnico, como para cantar con el puño en alto, mucho corazón, muchos huevos en un tema extraordinario.

El inicio de End Of Days, es un manjar para aquéllos que disfrutaban del Nocturnal Rites de antaño, con unas guitarras en armonía como sacadas del In a Time of Blood And Fire. En este punto nos damos cuanta de que sin alcanzar el nivel de brillantez que la banda logra en Aterlife, Nocturnal Rites encuentra un punto justo entre lo que es la esencia del metal melódico, pero con una dosis muy amplia de fuerza, algo de lo que adolecen muchas bandas de hoy preocupadas más del virtuosismo o de ver quién toca más rápido o canta más alto. La banda es talentosísima, lo que queda demostrado en un corto pero preciso solo, pero que compone muy buenos temas en los que sin duda hay lucimiento personal, pero lo que destacan son las canciones como un todo, no como mezcla de buenos instrumentistas.

The Flame Will Never Die, es otro temazo, muy, pero muy sentido, sobretodo en un inicio más bien lento donde Jonny queda casi solo con Matias en el teclado, las guitarras desaparecen un momento, para volver con una fuerza arrolladora en un coro emocionante, el que sin ser rápido lleva al cabeceo y a gritarlo a todo pulmón.

One Nation comienza potente, pero se diluye un tanto, quizás porque no es tan sorprendente, ya que el recurso ya fue usado en otros temas en el mismo disco, tiene muy buenos elementos, pero éstos no logran entusiasmar del todo, es sólo un tema que pasa en el disco, no deja mucha huella.

Llegando al final del disco, nos encontramos con Nightmare, y sucede lo mismo que con el tema anterior, tampoco entusiasme demasiado. Es un tema débil para terminar el disco, quizás con un tema más rápido y más potente, el disco hubiese terminado más arriba. No es un mal tema, quizás en otra ubicación hubiese calzado perfecto, pero para terminar el disco uno queda con la sensación de que algo faltó.

A pesar de lo anterior, el resultado es satisfactorio. Nocturnal Rites vuelve a hacer de las suyas, con un muy buen disco que logra conjugar los elementos clásicos con los nuevos sonidos de una banda que a punta de trabajo ha logrado hacerse de un nombre respetado y que a pesar de no contar con la estrategia comercial de otras bandas del mismo estilo y similar calidad, es capaz de entregarnos trabajos tan sólidos como este New World Messiah.

Jaime Contreras
http://www.powermetal.cl/

 Oficial

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