sábado, 16 de febrero de 2008

Bueno y siguiendo con mi curiosidad hoy les traigo a colacion este otro monumento , que es el faro de alejandria bueno era una vaina monstruosa nada el puro travesaño de la puerta con lo encontraron en el mar desteruido media 6 metros de largo y le faltaba un pedazo imaginense si eso era la pura puerta interesante, abajo la reseña.

El arquitecto Sóstrases de Cnido recibió en el 279 a.C. un encargo del rey Ptolomeo Filadelfo para construir una torre en la isla de Faros, frente a Alejandría. Su finalidad sería servir de guía para los navegantes hacia la entrada del puerto más importante de la época. Grandes bloques de vidrio fueron utilizados como cimientos intentando aumentar la solidez y resistencia contra la fuerza del mar.

Recuerdo ilustre de aquella gran época fue, durante muchos siglos, el famoso faro de Alejandría. La navegación próxima a las costas, en días de niebla y por la noche, hizo imprescindible la colocación de grandes luminarias permanentes en determinados puertos y cabos del litoral Mediterráneo. A la época en que acabo de ocuparme corresponde una de las obras más importantes de los antiguos, considerada en aquellos tiempos como una de las siete maravillas del mundo. Me refiero al gran faro de Alejandría. Parece que este nombre de faro se debe al de la pequeña isla donde se elevó, a la entrada del puerto, y que sirvió después para denominar a todos los monumentos y aparatos que desde entonces han venido fabricándose para el mismo fin. Plinio y otros autores antiguos, describen la estupenda construcción que se levantó al noroeste de la isla de Pharos, durante el reinado de Ptolomeo Filadelfo, por los años 285 a 247 antes de Jesucristo. Su constructor fue Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, quien, a su vez, había sido arquitecto de Alejandro. Sobre una base de grandes bloques de vidrio -que no es atacado por el mar-, se elevaba una torre de mármol blanco, dividida en cuerpos cada vez más pequeños, hasta alcanzar los 160 metros de altura [Edrisi habla de 55 a 65 metros; otros autores lo elevan a 183]. En la parte superior se hallaba un gran brasero, encendido día y noche, con una especie de espejo de forma lenticular, el cual se ponía delante de la llama para enviar los rayos luminosos a distancia mayor. En el basamento de la gran obra se leía la inscripción: Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, a los dioses salvadores, por aquellos que navegan por el mar. Los árabes siguieron utilizando el famoso faro después de conquistar Egipto, en el siglo IX de nuestra Era. Un emperador de Constantinopla, para dificultar la navegación de de aquellos, decidió destruirlo; pero, careciendo de fuerza que oponer contra el califa, dueño del país, acudió a la astucia. Envió un emisario al poderoso Al-Walid, con la consigna de hacerle creer que había un gran tesoro en la base de la elevadísima torre. El califa ordenó su demolición; hasta que, advertido, quizá, del engaño, hizo suspender la tarea destructora cuando ya se había realizado en su mayor parte. Un terremoto sucedido en 1375 consumó la destrucción de la maravillosa obra debida a Sóstrato de Cnido. (A.Jiménez-Landi)

Medía 117 metros de altura, la construcción más alta de la época, y los espejos que había en su parte superior reflejaban los rayos del sol durante el día, y las llamas del fuego durante la noche.
Pero sobre el año 700 de nuestra era se derrumbó su parte alta. El faro acabó derruido por completo a comienzos del siglo XIV a causa de un fuerte terremoto, según todos los indicios.
El Faro de Alejandría pasó así a la historia como una de las maravillas del mundo. Hace poco, arqueólogos franceses lograron encontrar algunos fragmentos del viejo faro en el propio puerto de Alejandría, y los sacaron a tierra firme. monumental.

Tras múltiples estudios de documentos históricos, los investigadores realizaron una reproducción digital del Faro, y ahora los estudios se centran en confirmar la causa exacta de su destrucción.
Recientemente se ha tenido la idea de reconstruir dicho faro pero el proyecto de reconstrucción se ha topado con la sorprendente negativa de Zahi Hawass, el jefe del Consejo Supremo para las Antigüedades, quien opina que la reproducción del Faro sólo hará que disminuir el valor histórico de este gran monumento.

No hay comentarios: