jueves, 27 de diciembre de 2007



El pianista Oscar Peterson, uno de los grandes del jazz, murió el domingo en su casa de Ontario, Canadá, rodeado de su familia y como consecuencia de una enfermedad terminal.

Bautizado por Duke Ellington como el "Marajá del teclado, grabó más de 200 discos, tocó con casi todos los grandes del género y cultivó un estilo de interpretación que le hizo ganar todo tipo de premios.

"Tocaré hasta que me caiga del taburete", había prometido en 1993, poco después de sufrir un accidente cerebrovascular, que casi marca el fin de su carrera. Pero su voluntad de hierro le permitió superar las consecuencias de la enfermedad.

Entre sus fans están el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, que se jacta de tener todos los discos de Peterson, o el presidente francés Nicolas Sarkozy, que lo calificó como "una de las luces más brillantes de jazz". De chico, Peterson quería ser trompetista, como su ídolo Louis Armstrong, pero una tuberculosis, a los siete años, se lo impidió. Curiosamente, la misma enfermedad lo hizo descubrir su pasión por el piano. Debutó a los 17 años, a los 19 grabó su primer disco y en su carrera no sólo cumplió el sueño de tocar con Armstrong; también lo hizo con Duke Ellington. Ella Fitzgerald, Dizzy Gillespie, Count Basie, Nat King Cole, Stan Getz y Charlie Parker, entre otros. Se casó cuatro veces y tuvo siete hijos. Adiós a un estilista del piano. Gracia por tu musica.

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